“No es una profesión ser pianista y músico. Es una filosofía, una concepción de vida que no puede ser basada en buenas intenciones o talento natural. Primero, y ante todo, debe existir un espíritu de sacrificio”. (Arturo Benedetti Michelangeli). Detalle del piano Rönisch, adquirido en 1893-1894, para las clases de música.